Writing Sprint, gracias por llegar a mi vida.

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Gay Talese dice que “el escritor comparte el mismo destino del atleta, a veces se gana, pero también hay muchas veces que se pierde”, quizás exista otro elemento que una a escritores y deportistas: la disciplina, esa fuerza interna que nos permite exigirnos más y así alcanzar un objetivo. Completar los 100 metros planos o llenar 100 cuartillas, para lograr ambas metas debe haber esfuerzo y trabajo.

Es cierto que cuando estás  inspirado todo es más fácil, las letras forman oraciones, creas párrafos enteros y en un abrir y cerrar de ojos tienes lo que buscabas, un texto decente o que por lo menos cumple con tus expectativas. Pienso que si lo tuyo (asi como lo mio) es dedicarnos a escribir no podemos sentarnos a esperar que la musa baje del cielo, debemos hacer que baje. Verbo: hacer. Y para hacer el paso fundamental es crearnos una disciplina. Cada cabeza es un mundo, por lo tanto lo que quizás me sirva a ti no, pero de probar se trata.

Antes escribía todos los días, pues trabajaba en un periódico, pasaron unos años y seguía escribiendo, pero sin regularidad, hasta que abrí esta página y me he obligado a ser consecuente a ser disciplinada, y fue así como llegué a conocer el writing sprint.

Para ser sincera Instagram trajo esta luz a mi vida. Una mañana revisando mi feed vi que Marcel Rasquin – director de cine y guionista venezolano – explicaba de qué trataba el writing sprint me gustó  tanto que esa misma noche lo puse en práctica y desde entonces he tratado de hacerlo – por lo menos – una vez por semana.

Vayamos a lo importante. Writing sprint no tiene una traducción exacta al español, es una técnica muy usada por guionistas de Hollywood y consiste en algo muy sencillo: DESCONECTARSE.

Debes dedicar, por lo menos, una hora a este ejercicio (yo lo hago en la noche). Olvida el teléfono ponlo en silencio y lejos de ti, desconecta el wifi de la computadora, no pongas música (yo me salto esta regla y escucho música en francés o portugués en otro post escribiré sobre esto), busca un lugar donde te sientas cómodo abre tu computadora y escribe. Solo una hora.

Lo importante es que te enfoques y trates de ordenar las ideas – sin nada que te distraiga – de esta manera aumenta tu atención en el objetivo.

El Writing Sprint no garantiza éxito inmediato, pero ayuda muchísimo si lo que buscas es disciplina. Una hora hoy, otra mañana o pasado mañana, cada minuto te acerca al punto y final.  

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5WH la fórmula mágica del periodismo

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Nuestro pan de cada día, un mantra, una filosofía, un asunto obligatorio, un prohibido olvidar, eso representan las: 5WH para un periodista, pero su uso va más allá de un periódico, las podemos adaptar para escribir lo que queramos, hasta podemos hacerle un lugar en nuestra vida.

Como periodista soy curiosa – así somos todos – y las 5wh (aunque realmente son 6) nos alimentan esta curiosidad, nos hace querer saber más. Hagamos un poco de historia. Primero querrán saber qué significan, pues es un concepto traído del inglés y se ha convertido en un principio básico al momento de investigar y presentar un hecho, cualquier información – para considerarla completa – debería responder estas interrogantes:

  • What: ¿Qué?.
  • How: ¿Cómo?.
  • When: ¿Cuándo?.
  • Where: ¿Dónde?.
  • Why or for what: ¿Por o para qué?.

 

Aunque a simple vista parecieran muy técnicas y hasta aburridas, su nacimiento encierra poesía, pues se considera que Rudyard Kipling – autor del Libro de la Selva y Premio Nobel de Literatura – fue el primero en darle importancia al uso de las 5Wh, en su libro “Just so Stories”, abre un poema de la siguiente manera:

 

Tengo seis honestos sirvientes

(me enseñaron todo lo que sé);

sus nombres son Qué y Por qué y Cuándo

y Cómo y Dónde y Quién.

 

En teoría te enseñan que para que tú articulo valga la pena y las personas lo lean debes responder a estas preguntas en el primer párrafo, nada más alejado de la realidad. Hablo desde mi experiencia, nunca me ha gustado ofrecer todo al principio (hay que alimentar la intriga), es como si un chef te sirviera su mejor plato antes de los aperitivos. Lo mejor es despedazar todos tus datos y soltarlos poco a poco. Más allá de dar a conocer el qué o el cuándo, llena el texto de tú estilo, impregnalo de ti.

Lo mejor que puedes hacer es adaptar las 5wh acorde a tus necesidades. En mi caso las uso cuando investigo sobre cualquier tema, tomo una libreta y a medida que avanzo contesto a mis interrogantes, de esta manera puedes organizar mejor tu información. Cuando estás en la calle lo mejor es observar y – mentalmente – llenar tus 5wh. No importa sobre lo que quieras escribir, tampoco importa la plataforma en que lo vayas a publicar, ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? y ¿por qué?, son tus mejores amigos.

Hagamos un ejercicio sencillo, este es el hecho: crónica sobre un viaje a París.

¿Qué?: el viaje en si mismo.

¿Quién?: tú, las personas que te encontraste en el camino.

¿Cómo?: haber tomado un avión,un tren, caminar, estar en la ciudad luz.

¿Cuándo?: hace un día, una semana, un mes, cinco años.

¿Dónde?: París, lugares que conociste.

¿Por qué?: quieres contar tú experiencia, recomendar lugares, escribir sobre la cultura que conociste estando allá, dar a conocer París desde tú punto de vista.

 

Con estos pequeños pasos será un poco más fácil organizar todo lo que tienes en la cabeza y empezar a redactar, las 5Wh son una luz en el camino. Siento que las tengo adheridas en mi ADN, porque – muchas veces – cuando alguien me está contando algo y se tarda mucho en hablar – siempre pregunto: ¿qué?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo? y ¿por qué?, en fin sirven para tú día a día.

1,2,3…. Escribe.

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“Escribiendo se aprende a escribir”, reza un proverbio latino, palabras que deberíamos recitarlas día tras día. Las podemos resumir de una manera simple: disciplina. En la escritura – como en la vida misma – nunca se deja de aprender, de fallar, de borrar y de empezar. No soy una catedrática, no tengo un máster en letras – todavía – tengo problemas para conjugar en algunos tiempos, como con el “pluscuamperfecto”, pero Stendhal lo dijo “quisiera que todos los cursos de literatura yaciesen en el fondo del océano”, quizás no hay manera correcta de “aprender” a crear con las letras, sin embargo podemos intentarlo.

Todos hablamos y ya por esta razón todos podemos escribir, el principal elemento de la escritura es la lengua, el idioma, el vocabulario, entonces la escritura es nuestra ya por el hecho de haber nacido.

En algunos niveles – altos – la escritura se considera arte, el arte de narrar y se diferencia de otros tipos de arte por el simple hecho de que no necesitamos manejar un instrumento musical, un pincel o un cincel, para crear. Insisto, si hablamos, escribimos. Entonces?, escribo lo que hablo?, pues sí es una buena manera de empezar.

 

1 – Suelta la mano. Es primordial. Se que estamos en 2018 y que somos “millenials”, pero para mi es obligatorio agarrar una libreta, lapicero y fluir. Un artículo, un post, una crónica, un poema, todos empiezan con una idea, esa idea escríbela en un papel, luego enumera posibles maneras de desarrollar el tema, piensa en algunos títulos. Si escribirás sobre un hecho real no dejes de anotar fechas, lugares, personas con las que puedas hablar, si por el contrario quieres ficción imagina a tus personajes, los diálogos. Anota TODO, sin orden, como lleguen a tú cabeza, así.

 

2 – Documéntate. Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”, bien lo decía Borges, si quieres escribir de lo que sea, debes leer. Tratar de ser un experto en el tema – un experto momentáneo – busca, googlea, REbusca, no te quedes con una sola información, así cuando sientas que tienes un material completo puedes darle rienda suelta a tus letras. Pero no leas solo cuando te toque escribir algo, no, conviértelo en rutina, un libro es el mejor maestro (puedo decir muchas cosas de los libros – va para otro post), pero por ahora, por favor, lee.

 

3 – Imagina. Después de garabatear, de leer, buscar, hablar, llega el mejor momento: escribir. Muchas veces empiezo escribiendo en la misma libreta, manuscrito, después lo hago en la computadora – me cuesta mucho hacerlo en el telefóno o en un iPad – necesito las teclas (esas que ya no miro porque conozco la ubicación de memoria). Soy periodista y me formé bajo las “5 wh” (de las que también hablaré después), por algún tiempo creí que debía escribir así, pero leer y haber trabajado en un periódico me abrieron la inspiración, escribir es SENTIR. No te apegues a reglas, las reglas se hacen para romperlas, solo ten cuidado con la sintaxis, lo demás llega solo. Lo importante es que al poner el punto y final sepas que ya no tienes nada por decir, que cada letra está en su lugar.

 

Tres pasos que para mi son fundamentales, para mi, una periodista que ama escribir y que sigo aprendiendo, porque de eso se trata: aprender, escribir, borrar, leer, escribir, aprender.. Ahh y compartir.

Brindemos por las locas

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No se trata de recibir palabras de felicitaciones, que te den rosas hoy e insultos mañana, que te digan: que linda estás, pero que luego te sugieran quitarte esa falda porque es corta. Hoy y todos los días son para sentirnos libres, para vivir, para ser mujeres en nuestro mundo, para luchar por lo que tanto deseamos y para mandar al carajo eso que no nos hace bien.

Quizás el feminismo esté viviendo una época de renacimiento – sí, en pleno siglo 21 – pero desde que recuerdo me enseñaron algo muy importante: puedes ser lo que quieras, estudia, trabaja, cumple tus sueños, NUNCA DEPENDAS DE NADIE. Y así he vivido, con mis reglas. Soy mujer, ya al serlo vienen muchas características adheridas: trabajadora, soñadora, luchadora y otras tantas que ahora se me pasan.

A pesar que me crié en un ambiente donde no me sentí sobreprotegida por ser mujer, ni más, ni menos, la sociedad – a veces – pareciera no estar preparada para alguien independiente, para la “hippie”, rebelde sin causa, la que no tiene novio, la tatuada, la que tiene más maletas que zapatos y la que no sabe cuándo va a sentar cabeza. Pero, señores.. Nada más errado que meterse en la vida de una mujer, no estamos diseñadas para obedecer (sino que lo confirme Adán).

Soy rebelde, media loca, creo en mi y creo en cada mujer.. Por eso brindo – no con vino – brindo con letras y las tomo prestada de un genio:

Brindemos por las locas, por las inadaptadas

por las rebeldes, por las alborotadoras,

por las que no encajan,

por las que ven las cosas de una manera diferente.

No les gustan las reglas y no respetan el status-quo.

Las puedes citar, no estar de acuerdo con ellas,

glorificarlas o vilipendiarlas.

Pero lo que no puedes hacer es ignorarlas.

Porque cambian las cosas.

Empujan adelante la raza humana.

Mientras algunos las vean como locas,

nosotras vemos el genio.

Porque las mujeres que se creen tan locas

como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo hacen.

Jack Kerouac