Cinco pasos para empezar a «comer libros»

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Tengo cierto amor por las frases dichas por grandes personajes de la historia, una de mis preferidas es de Jorge Luis Borges (y la he escrito en otros post, así de preferida es), Borges solía decir: “uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído” y aquí otras sabias palabras, esta vez de Mario Vargas Llosa, “lo más importante que me ha pasado en la vida ha sido aprender a leer”, coincido totalmente con Vargas Llosa recuerdo que cuando aprendí a leer me sentí grande y descubrí en los libros otro mundo, uno donde imaginar es obligatorio.

Estoy lejos de ser una “come libros”, soy de las que no puede leer dos libros al mismo tiempo – esto me pasa porque me engancho tanto con las historias que no me gusta traicionarlas, debo terminarlas para empezar otra relación – pero permítanme decirles que no puedo andar sin un libro cerca de mi, mi sitio favorito es una librería, amo el olor a libro, el mejor lugar para leer es la playa, mi tesoro más preciado es una lámpara especial para libros, no puedo leer en otros formatos y en Amazon solo he comprado libros, en fin quizás sí esté cerca de comer libros.

Sin Rotativa es un espacio para escribir, leer y crear por eso este texto se lo dedico a la disciplina con la que he sido más consecuente en mi vida: la lectura.

A veces un pensamiento me genera ansiedad y es sentir que la vida es corta y no alcanzará para leer todo lo que quiero (sí, soy una dramática), pero dentro de este drama hay algo cierto. En los últimos meses no he tenido mucho tiempo libre, por eso he descubierto unas técnicas que me han servido para no dejar de leer. Son tan prácticas que me han permitido viajar por 8 libros distintos desde que inició 2018 – quizás no es un número muy sorprendente, pero yo me siento de maravilla con este ritmo –  si quieres volver la lectura una rutina en tú vida, aquí estos trucos.

 

  • Haz una lista. Si han leído post anteriores ya sabrán que AMO anotar todo, absolutamente todo y en mi libreta tengo una lista con los títulos de los libros que quiero leer próximamente y los que ya he leído los taché (ese respiro de felicidad que da tachar cosas cumplidas). Escribo el nombre, autor y el por qué lo quiero leer. Por ejemplo justo ahora estoy leyendo: Crimen y Castigo de Fedor Dostoyevski, porque es un clásico de la literatura universal y está valorado como la mejor novela psicológica de la historia. El próximo en mi lista es En la Boca del Lobo, escrito por el periodista William Rempel que narra la historia de Jorge Salcedo, el por qué quiero leerlo: porque los guionistas de la temporada 2 de Narcos (serie de Netflix), se basaron en este libro para crear la historia.
  • Aprovecha el tiempo. Esta quizás es la clave de todo. Si tengo 20 minutos libres al día busco mi libro de turno y leo, pero como generalmente ando haciendo otras cosas mi momento preferido es durante la noche – cuando solo hay silencio – abro el libro y todo es felicidad. Dedico una hora justo antes de dormir créanme es la mejor sensación, te olvidas de tus problemas y solo sufres con los de tus personajes o te pones a pensar en las teorías del libro que estás leyendo. El mundo exterior se borra por esa hora. También cuando salgo siempre cargo un libro conmigo, leo en cafés, restaurantes, centros comerciales, salas de espera, carros, aeropuertos, plazas, playas, cualquier minuto que tengas aprovechalo.
  • Usa el celular como motivación. Mi telefono es parte de mi, así de sencillo, no puedo mentir. Paso tiempo en Instagram – que es la única red social que uso – pero para no sentirme tan “mal” de desperdiciar algo tan preciado como el tiempo, mi feed está lleno de cuentas que tienen contenido de lectura. Sigo escritores, influencers que se dedican a inspirar con letras, periodistas, librerías, esto hace que siempre esté descubriendo libros por leer o me lleguen frases llenas de inspiración. Luego haré un post sobre estas cuentas que se deben seguir.
  • Compra libros. Tan sencillo como esto. Si de verdad quieres “obligarte” a leer destina una pequeña parte de tus ingresos a comprar esos títulos que te llaman la atención. Yo veo la compra de libros como una inversión en mí, porque cada página que leo me sirve para crecer y para escapar. Cuando veas que estás invirtiendo en ti se te hará muy fácil abrir el libro y entregarte a él.
  • Sigue tus gustos. Nunca me ha gustado que me obliguen – a nada – mucho menos a leer, quizás por esto detesto tanto a Paulo Coelho pues en la universidad tuve que leer 11 Minutos y de verdad lo aborrezco. Mis gustos de lectura son eclécticos, leo de todo – menos autoayuda, de verdad NO puedo – pero mi debilidad son los relatos basados en hechos reales, pero convertidos en literatura así como: Relato de un Náufrago de García Márquez, Retratos y Encuentros de Gay Talese o cualquier libro de Juan José Millás. También amo a los autores latinoamericanos Gabo y Vargas Llosa son mis amores, opuestos entre ellos, pero dueños de mi corazón, pudiera comprar también todos los libros de novela de suspenso que existan y cuando quiero leer algo “profundo” me voy por Henry Hazlitt y sus teorías económicas liberales, pero mi autor favorito es Joel Dicker desde que lo descubrí ha sido inspiración total. Por eso lo mejor que puedes hacer es leer sobre lo que te apasione, si te gustan los viajes, empieza con La Vuelta al Mundo en 80 días, para cada gusto hay un libro.

 

Les aseguro que estos tips pueden seguirlos y ver cambios en su rutina, recuerden que les puedo recomendar todo esto menos obligarlos a leer a Hazlitt.. Lean lo que quieran, lean, disfruten y compartan sus experiencias.. Mientras tanto los dejo porque Dostoyevski me tiene atrapada.

 

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5WH la fórmula mágica del periodismo

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Nuestro pan de cada día, un mantra, una filosofía, un asunto obligatorio, un prohibido olvidar, eso representan las: 5WH para un periodista, pero su uso va más allá de un periódico, las podemos adaptar para escribir lo que queramos, hasta podemos hacerle un lugar en nuestra vida.

Como periodista soy curiosa – así somos todos – y las 5wh (aunque realmente son 6) nos alimentan esta curiosidad, nos hace querer saber más. Hagamos un poco de historia. Primero querrán saber qué significan, pues es un concepto traído del inglés y se ha convertido en un principio básico al momento de investigar y presentar un hecho, cualquier información – para considerarla completa – debería responder estas interrogantes:

  • What: ¿Qué?.
  • How: ¿Cómo?.
  • When: ¿Cuándo?.
  • Where: ¿Dónde?.
  • Why or for what: ¿Por o para qué?.

 

Aunque a simple vista parecieran muy técnicas y hasta aburridas, su nacimiento encierra poesía, pues se considera que Rudyard Kipling – autor del Libro de la Selva y Premio Nobel de Literatura – fue el primero en darle importancia al uso de las 5Wh, en su libro “Just so Stories”, abre un poema de la siguiente manera:

 

Tengo seis honestos sirvientes

(me enseñaron todo lo que sé);

sus nombres son Qué y Por qué y Cuándo

y Cómo y Dónde y Quién.

 

En teoría te enseñan que para que tú articulo valga la pena y las personas lo lean debes responder a estas preguntas en el primer párrafo, nada más alejado de la realidad. Hablo desde mi experiencia, nunca me ha gustado ofrecer todo al principio (hay que alimentar la intriga), es como si un chef te sirviera su mejor plato antes de los aperitivos. Lo mejor es despedazar todos tus datos y soltarlos poco a poco. Más allá de dar a conocer el qué o el cuándo, llena el texto de tú estilo, impregnalo de ti.

Lo mejor que puedes hacer es adaptar las 5wh acorde a tus necesidades. En mi caso las uso cuando investigo sobre cualquier tema, tomo una libreta y a medida que avanzo contesto a mis interrogantes, de esta manera puedes organizar mejor tu información. Cuando estás en la calle lo mejor es observar y – mentalmente – llenar tus 5wh. No importa sobre lo que quieras escribir, tampoco importa la plataforma en que lo vayas a publicar, ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? y ¿por qué?, son tus mejores amigos.

Hagamos un ejercicio sencillo, este es el hecho: crónica sobre un viaje a París.

¿Qué?: el viaje en si mismo.

¿Quién?: tú, las personas que te encontraste en el camino.

¿Cómo?: haber tomado un avión,un tren, caminar, estar en la ciudad luz.

¿Cuándo?: hace un día, una semana, un mes, cinco años.

¿Dónde?: París, lugares que conociste.

¿Por qué?: quieres contar tú experiencia, recomendar lugares, escribir sobre la cultura que conociste estando allá, dar a conocer París desde tú punto de vista.

 

Con estos pequeños pasos será un poco más fácil organizar todo lo que tienes en la cabeza y empezar a redactar, las 5Wh son una luz en el camino. Siento que las tengo adheridas en mi ADN, porque – muchas veces – cuando alguien me está contando algo y se tarda mucho en hablar – siempre pregunto: ¿qué?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo? y ¿por qué?, en fin sirven para tú día a día.

1,2,3…. Escribe.

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“Escribiendo se aprende a escribir”, reza un proverbio latino, palabras que deberíamos recitarlas día tras día. Las podemos resumir de una manera simple: disciplina. En la escritura – como en la vida misma – nunca se deja de aprender, de fallar, de borrar y de empezar. No soy una catedrática, no tengo un máster en letras – todavía – tengo problemas para conjugar en algunos tiempos, como con el “pluscuamperfecto”, pero Stendhal lo dijo “quisiera que todos los cursos de literatura yaciesen en el fondo del océano”, quizás no hay manera correcta de “aprender” a crear con las letras, sin embargo podemos intentarlo.

Todos hablamos y ya por esta razón todos podemos escribir, el principal elemento de la escritura es la lengua, el idioma, el vocabulario, entonces la escritura es nuestra ya por el hecho de haber nacido.

En algunos niveles – altos – la escritura se considera arte, el arte de narrar y se diferencia de otros tipos de arte por el simple hecho de que no necesitamos manejar un instrumento musical, un pincel o un cincel, para crear. Insisto, si hablamos, escribimos. Entonces?, escribo lo que hablo?, pues sí es una buena manera de empezar.

 

1 – Suelta la mano. Es primordial. Se que estamos en 2018 y que somos “millenials”, pero para mi es obligatorio agarrar una libreta, lapicero y fluir. Un artículo, un post, una crónica, un poema, todos empiezan con una idea, esa idea escríbela en un papel, luego enumera posibles maneras de desarrollar el tema, piensa en algunos títulos. Si escribirás sobre un hecho real no dejes de anotar fechas, lugares, personas con las que puedas hablar, si por el contrario quieres ficción imagina a tus personajes, los diálogos. Anota TODO, sin orden, como lleguen a tú cabeza, así.

 

2 – Documéntate. Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”, bien lo decía Borges, si quieres escribir de lo que sea, debes leer. Tratar de ser un experto en el tema – un experto momentáneo – busca, googlea, REbusca, no te quedes con una sola información, así cuando sientas que tienes un material completo puedes darle rienda suelta a tus letras. Pero no leas solo cuando te toque escribir algo, no, conviértelo en rutina, un libro es el mejor maestro (puedo decir muchas cosas de los libros – va para otro post), pero por ahora, por favor, lee.

 

3 – Imagina. Después de garabatear, de leer, buscar, hablar, llega el mejor momento: escribir. Muchas veces empiezo escribiendo en la misma libreta, manuscrito, después lo hago en la computadora – me cuesta mucho hacerlo en el telefóno o en un iPad – necesito las teclas (esas que ya no miro porque conozco la ubicación de memoria). Soy periodista y me formé bajo las “5 wh” (de las que también hablaré después), por algún tiempo creí que debía escribir así, pero leer y haber trabajado en un periódico me abrieron la inspiración, escribir es SENTIR. No te apegues a reglas, las reglas se hacen para romperlas, solo ten cuidado con la sintaxis, lo demás llega solo. Lo importante es que al poner el punto y final sepas que ya no tienes nada por decir, que cada letra está en su lugar.

 

Tres pasos que para mi son fundamentales, para mi, una periodista que ama escribir y que sigo aprendiendo, porque de eso se trata: aprender, escribir, borrar, leer, escribir, aprender.. Ahh y compartir.